En la madrugada del 19 de enero de 2025, los Bomberos de Torrelavega acudieron a un incendio en una vivienda ubicada en la calle Bonifacio del Castillo, en el barrio de La Inmobiliaria. Aunque el fuego destruyó por completo una habitación, no se reportaron heridos, y las autoridades determinaron que no era necesario evacuar a los vecinos. Este incidente pone de manifiesto la importancia de contar con medidas de prevención, como un extintor en casa, que puede ser crucial para evitar daños mayores.
Los incendios en viviendas pueden propagarse rápidamente, especialmente si no se detectan a tiempo. Tener un extintor en casa es una medida de seguridad indispensable, ya que:
Permite actuar de inmediato: Los extintores bien ubicados y funcionales pueden sofocar un fuego en sus etapas iniciales, evitando que se propague.
Reduce el riesgo de lesiones: Controlar el incendio rápidamente disminuye la posibilidad de inhalación de humo o quemaduras graves.
Protege bienes materiales: Apagar el fuego a tiempo puede salvar muebles, electrodomésticos y otras pertenencias de alto valor.
Extintores de polvo ABC: Ideales para apagar fuegos de sólidos, líquidos inflamables y gases.
Extintores de CO2: Eficaces para incendios de origen eléctrico, como cortocircuitos.
Extintores de espuma: Recomendados para fuegos de líquidos inflamables.
Comprar extintores adecuados en casa es esencial. Además, es importante realizar revisiones periódicas para garantizar su correcto funcionamiento.
Aunque el incidente ocurrido en Torrelavega no dejó víctimas ni heridos, pone en evidencia la vulnerabilidad de las viviendas ante incendios inesperados. A continuación, algunos puntos clave que podemos aprender de este suceso:
Ubicación del fuego: El incendio comenzó en una habitación. Este tipo de situaciones suelen ser comunes en zonas donde hay electrodomésticos o fuentes de calor.
La intervención temprana es crucial: Los bomberos lograron controlar el fuego antes de que se extendiera al resto de la vivienda o edificios cercanos.
Evitar la evacuación masiva: En este caso, no fue necesario desalojar a los vecinos, lo que refleja que el incendio fue contenido de manera efectiva.
Instalar detectores de humo: Estos dispositivos alertan a los habitantes en caso de un incendio y permiten actuar rápidamente.
Revisar periódicamente las instalaciones eléctricas: Los cortocircuitos son una de las principales causas de incendios en viviendas.
Tener un extintor en casa: Ubícalo en un lugar accesible y aprende a utilizarlo correctamente.
Evitar sobrecargar enchufes: Distribuye los aparatos eléctricos entre varias tomas de corriente para reducir riesgos.
Desarrollar un plan de emergencia: Todos los miembros de la familia deben saber cómo actuar en caso de incendio.
Extinción automática en cocinas: tecnología esencial para prevenir accidentes mortales.
El pasado sábado, a las 12:30 horas, un joven trabajador de 22 años perdió la vida en un accidente laboral en un restaurante tipo kebab del barrio de Las Fuentes, en Zaragoza. De acuerdo con la Jefatura de Policía Nacional de Zaragoza, se recibió una llamada en el 091 alertando de que un empleado había sufrido un accidente mientras manipulaba una campana extractora.
Cuando los agentes llegaron, encontraron al joven inconsciente y solicitaron inmediatamente una ambulancia medicalizada. Pese a los esfuerzos de los facultativos, que realizaron maniobras de reanimación, no se logró salvar su vida. Este trágico hecho evidencia la importancia de implementar sistemas de extinción automática cocinas para prevenir situaciones que puedan poner en riesgo la vida de los trabajadores y la integridad de las instalaciones.
Extinción automática cocinas: un escudo protector para el entorno laboral
En el ámbito de la hostelería, las cocinas profesionales son espacios donde confluyen altas temperaturas, equipos eléctricos, combustibles y aceites inflamables. Los sistemas de extincion automática cocinas están diseñados para detectar de forma inmediata un conato de fuego y activar un agente extintor especializado para grasas y aceites, logrando neutralizar el riesgo en cuestión de segundos.
Estos sistemas no dependen de la intervención humana, lo que es vital en situaciones de emergencia donde cada segundo cuenta. Además, suelen estar integrados con mecanismos de corte automático de gas y electricidad, reduciendo así la probabilidad de que el fuego se expanda a otras zonas del local.
Sistema de extinción de incendios en campanas extractoras: protección donde más se necesita
La campana extractora es uno de los puntos más vulnerables en una cocina industrial, ya que acumula grasa en filtros y conductos, convirtiéndose en un potencial foco de fuego. El sistema de extinción de incendios en campanas extractoras está diseñado para actuar directamente en este punto crítico, liberando el agente extintor sobre las zonas de mayor riesgo.
Con boquillas estratégicamente instaladas, el sistema detecta rápidamente la temperatura anormal o la presencia de llamas y responde de inmediato. Esto evita que el fuego se propague a través de los conductos de ventilación, lo que podría provocar daños catastróficos y poner en peligro a todo el personal presente.
Prevención de incendio: un compromiso que empieza antes de la emergencia
La instalación de tecnología avanzada no exime de la obligación de implementar protocolos preventivos que reduzcan el riesgo de un incendio. Estos protocolos incluyen:
Limpieza frecuente de filtros y conductos para evitar acumulación de grasa.
Revisión técnica periódica de campanas extractoras y sistemas de ventilación.
Formación continua del personal en el uso de extintores y evacuación.
Control y almacenamiento seguro de aceites y productos inflamables.
La prevención es el pilar más sólido para reducir las probabilidades de que un fuego se inicie o se salga de control.
Factores de riesgo que elevan la probabilidad de un incendio en cocinas industriales
Los incendios en entornos de restauración suelen originarse por una combinación de factores, entre ellos:
Acumulación de grasa en equipos y sistemas de extracción.
Uso constante de aceites y grasas inflamables en altas temperaturas.
Equipos eléctricos sometidos a calor extremo y humedad.
Manejo inadecuado de materiales combustibles.
Falta de inspecciones periódicas y mantenimiento técnico.
El control de estos factores es esencial para minimizar la exposición al riesgo.
Mantenimiento: la clave para que los sistemas respondan cuando más se necesitan
Un sistema de extinción perderá su efectividad si no se somete a revisiones y mantenimiento periódico. Las tareas clave incluyen:
Limpieza exhaustiva de filtros y conductos de ventilación.
Revisión y prueba de sensores y boquillas del sistema automático.
Verificación de presión y carga en extintores portátiles.
Comprobación del funcionamiento del corte automático de gas y electricidad.
Registro de todas las inspecciones conforme a la normativa vigente.
Un mantenimiento constante garantiza que los sistemas funcionen correctamente en una situación real de emergencia.
Innovación tecnológica al servicio de la seguridad
La evolución en la tecnología contra incendios ha dado lugar a sistemas más inteligentes, rápidos y precisos:
Sensores avanzados con detección combinada de calor y llamas.
Agentes extintores de alta eficacia para fuegos de clase K.
Integración con sistemas de alarmas que envían avisos inmediatos.
Control remoto y supervisión en tiempo real.
Estas mejoras no solo salvan vidas, sino que también minimizan el tiempo de inactividad del negocio tras un incidente.
Cumplimiento normativo y responsabilidad empresarial
En España, la legislación obliga a los establecimientos de hostelería a contar con medidas de protección adecuadas frente a incendios. El incumplimiento puede acarrear multas, cierres temporales e incluso responsabilidades penales en caso de accidente grave.
Implementar sistemas de extinción automática cocinas y soluciones específicas para campanas extractoras no solo responde a la normativa, sino que demuestra un compromiso real con la seguridad de empleados y clientes.
Un enfoque integral para evitar tragedias
La seguridad en cocinas profesionales exige una combinación de tecnología, protocolos preventivos y formación continua. Disponer de extinción automática cocinas, protección en campanas extractoras y medidas de mantenimiento periódico es la mejor forma de evitar que un incidente aislado se convierta en una tragedia de gran magnitud.
¿Qué diámetro debe tener el tubo de extracción? Guía técnica profesional para dimensionar correctamente un sistema de extracción.
La correcta elección del diámetro del conducto de extracción es un aspecto crucial para garantizar el rendimiento óptimo de cualquier sistema destinado a evacuar humos, vapores, grasas y olores. Una instalación eficiente depende en gran medida del equilibrio entre caudal, presión, velocidad del aire y recorrido. Un error en este cálculo puede generar ruidos excesivos, acumulación de grasa, sobrecarga del motor o incluso incumplimientos normativos que comprometan la seguridad y funcionalidad del sistema.
En instalaciones profesionales donde se utiliza una campana industrial, el diámetro del conducto adquiere un papel decisivo. Estos equipos trabajan con altos volúmenes de aire, y por ello requieren conductos dimensionados específicamente para soportar el caudal sin generar pérdidas de carga.
Un tubo demasiado estrecho provoca un notable incremento de ruido, vibraciones indeseadas y un consumo energético elevado debido al sobreesfuerzo del extractor. Por el contrario, un diámetro excesivamente amplio disminuye la velocidad del aire, favoreciendo la acumulación de grasa y residuos, lo que incrementa los riesgos de incendio y reduce la calidad de la ventilación.
El equilibrio ideal se logra respetando los valores recomendados por los fabricantes y ajustando el diseño según las características particulares de la cocina o zona de trabajo.
El tubo helicoidalse ha convertido en uno de los materiales más utilizados en instalaciones de extracción profesional gracias a su resistencia, durabilidad y estabilidad estructural. Su diseño permite minimizar las turbulencias internas y mantener un flujo de aire constante incluso en tramos largos. Además, soporta adecuadamente las variaciones de temperatura y la presencia de vapores grasos habituales en cocinas de alto rendimiento.
Una de sus principales fortalezas es la capacidad para mantener velocidades recomendadas entre 8 y 12 m/s, garantizando un transporte eficiente del caudal sin comprometer el silencio operacional. Esta combinación de cualidades convierte al tubo helicoidal en un aliado imprescindible en sistemas de ventilación exigentes.
Es habitual que, al planificar una instalación, surja la cuestión: “qué diámetro debe tener el tubo de extracción”. La respuesta depende directamente del caudal que manejará el sistema y de las particularidades del recorrido.
El caudal solicitado por el extractor marca el punto de partida. Sistemas domésticos pueden trabajar entre 400 y 900 m³/h, mientras que las instalaciones profesionales operan con volúmenes superiores a 4.000 m³/h. A medida que incrementa el caudal, debe incrementarse proporcionalmente el diámetro del conducto para evitar sobrepresiones internas y mantener un rendimiento estable.
La velocidad del aire dentro del conducto es fundamental. En sistemas domésticos se recomiendan velocidades entre 6 y 8 m/s, mientras que en entornos industriales son más adecuados valores entre 8 y 12 m/s. Velocidades superiores a 15 m/s solo deben emplearse en instalaciones específicas con filtración avanzada o recorridos muy cortos.
La complejidad del trayecto también juega un papel determinante:
Un codo de 45° añade una pérdida equivalente a 1 metro de conducto.
Un codo de 90° puede suponer entre 2 y 3 metros de pérdida adicional.
Los tramos horizontales prolongados reducen el caudal efectivo y fomentan la acumulación de grasa.
Por ello, cada desviación debe compensarse aumentando el diámetro o reforzando la potencia del extractor.
Los valores más utilizados en instalaciones de extracción son los siguientes:
Vivienda: 125 mm – 150 mm
Cocina de bar o cafetería: 200 mm – 250 mm
Cocina de restaurante: 250 mm – 315 mm
Gran cocina industrial: 355 mm – 400 mm
Sistemas de evacuación de humos de leña o carbón: 300 mm – 400 mm
Aunque estos valores funcionan como referencia general, es indispensable calcular cada caso de forma individual para obtener un resultado plenamente ajustado a las necesidades reales.
Para realizar un dimensionamiento preciso se emplea la siguiente fórmula estándar:
Diámetro (mm) = √( (4 × Caudal m³/h) / (π × Velocidad (m/s) × 3600) ) × 1000
Este cálculo permite obtener el diámetro mínimo teórico. Posteriormente se redondea al tamaño comercial más cercano.
Un ejemplo claro: para un sistema de 2.500 m³/h con una velocidad óptima de 10 m/s, el resultado arroja un diámetro aproximado de 250 mm.
Por ello, en restaurantes y cocinas profesionales los conductos de 250 mm a 315 mm se ajustan adecuadamente a los requerimientos operativos.
La elección del material del conducto influye de manera directa en la seguridad y la durabilidad de la instalación.
Los materiales más adecuados incluyen:
Acero galvanizado, perfecto para sistemas comerciales estándar.
Acero inoxidable AISI 304, esencial en cocinas profesionales por su resistencia a la grasa.
Conducto aislado EI-30 o EI-60, obligatorio al atravesar zonas de riesgo.
Conductos circulares, preferidos por su menor resistencia aerodinámica y facilidad de limpieza.
Las normativas vigentes, como el RD 513/2017 y el CTE, obligan a utilizar materiales ignífugos y a garantizar un sellado perfecto en todos los tramos del sistema.
Un error en la elección del diámetro puede derivar en graves problemas:
Pérdida de caudal y sobrecarga del motor.
Ruido excesivo y vibraciones por turbulencias internas.
Acumulación de grasa, que incrementa el riesgo de incendio.
Recalentamiento del extractor, reduciendo su vida útil.
Incumplimiento normativo, generando costes adicionales en inspecciones y reformas.
Una instalación correctamente dimensionada evita todos estos riesgos y garantiza un funcionamiento continuo y seguro.
Para optimizar cualquier instalación de extracción recomendamos:
Usar predominantemente conductos circulares.
Minimizar codos y curvas.
Evitar tramos horizontales de más de 3 metros.
Respetar siempre los diámetros indicados por el fabricante.
Aumentar el diámetro cuando el recorrido supere los 6 metros.
Utilizar abrazaderas y uniones estancas para evitar fugas.
Contar con instaladores homologados en cocinas industriales.
El diámetro del tubo de extracción es el elemento central para asegurar una evacuación eficiente y segura de humos. Una instalación correctamente dimensionada evita sobrecargas, reduce el ruido, previene incendios y cumple con las normativas técnicas. Al combinar cálculos adecuados, materiales correctos y un diseño bien planificado, se obtiene un sistema duradero, silencioso y eficiente en cualquier entorno profesional.